HAY DÍAS ASÍ
Hay días en que se me aturde el pensamiento,
en que a pesar de tener acostado el cuerpo trajinado,
quizá debido a la luz de la luna que entra por la ventana,
me remuevo sin poder conciliar el sueño,
tanteo los días vividos como si tanteara la manta
y me siento aturdido e incorpóreo como la luz de la luna.
¿He vivido?
¿Es que en verdad he vivido?
¿Es que mediré los días vividos acostado,
una noche que ya no volveré a ver el sol de la mañana?
¿Haré un balance?
¿He vivido?
¿Es que en verdad he vivido?
¿Es que la vida es una fiesta insustancial de palabras?
Mi trabajo no es siquiera una teja para protegerme de la lluvia
y no quedan rastros de la casa que construí con palabras.
La vida es huir tanto de la soledad
que uno se pisa la propia sombra vacía.
¿He vivido?
¿Es que en verdad he vivido
El Tiempo Humano (2011. Buenos Aires: Bajo La Luna.
Traducción y prólogo: Sum-me Yoon)
Mu-san Baek- Corea del Sur
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Mu-san Baek (Ulsan, Corea del Sur, 1954)
Un poeta con los guantes de trabajador puestos. Que alguien elija cambiar su nombre y firmar lo que escribe como “Proletario” es una manifiesta declaración de intencionalidad estilística, no un mero recurso para conseguir o (si se tienen en cuenta las reglas del mercado digitadas por los dueños del mercado) desechar lectores. Ese es el caso del poeta norcoreano Mu-San Baek. Luego de dos libros donde las consignas ocupaban un lugar trascendental (Poetas del mundo entero, de 1988, y Dejando atrás el amanecer de la bahía de Mipo, de 1990), en este El tiempo humano vuelca su pensamiento crítico luego de seis años de silencio y reflexión profunda sobre el hombre y su rol en un mundo que pone a su país como centro de todo el mal.
